Irán celebra la llegada del año número 1399 bajo la sombra del Covid-19.
Las calles cercanas al Bazar de Tajrish, en el norte de Teherán, suelen estar llenas de gente en los días próximos al Año Nuevo persa, pero a pocas horas de que los iraníes den inicio al año 1399, el último de este milenio, están lejos de tener la celebración habitual. “Ha habidos momentos malos como cuando hubo una gran inundación o durante la guerra con Irak, pero nunca la situación fue como ahora”, lamenta Ali Reza, de 63 años, que lleva desde pequeño trabajando en las calles de Bazar al Tajrish.
Durante el último año, los iraníes han sido testigos de la llamada ¨guerra económica¨ impulsada por Estados Unidos al imponer nuevas sanciones y prohibir al mundo la compra del petroleo iraní, y de la proximidad de una guerra con el país norteamericano. Reihane Tarabati, de 31 años, es una empresaria especializada en medios sociales. Cuenta que ¨ha sido un año muy difícil para los iraníes, cada vez que uno intenta ponerse de pie repentinamente algo nuevo vuelve a suceder y es muy difícil mantener el trabajo a flote.¨
También, esta problemática ha causado un gran impacto en personas como Shagayeh, productora y diseñadora de 35 años, que lleva 12 días en su casa con síntomas del virus aunque no le han hecho el test: “Se suponía que los iraníes habíamos aceptado que este Noruz iba a ser totalmente diferente. Que nos quedaríamos en casa pero a muchos no les importa y no parecen creer lo que se les ha dicho. No sé cómo el gobierno debe anunciarlo o cómo debe hacer para que la gente les crea”, denuncia. Es el Noruz más tranquilo y triste que ha vivido Irán desde hace años. Lo que muchos esperan es que el año que entra les dé un respiro, y para eso piden que en un acto de buena voluntad levanten las sanciones económicas por parte del gobierno norteamericano. Eso sería un primer gran paso para todos.
Comentarios
Publicar un comentario